lunes, 30 de mayo de 2011

GONGORA

LUIS DE GÓNGORA (1561- 1627)    Hurtas mi vulto y, cuanto más le debe
a tu pincel, dos veces peregrino,
de espíritu vivaz el breve lino 
en las colores que sediento bebe, 
    vanas cenizas temo al lino breve,
que émulo del barro lo imagino,
a quien, ya etéreo fuese, ya divino, 
vida le fió muda esplendor leve.
    Belga gentil, prosigue al hurto noble;
que a su materia perdonará el fuego,
y el tiempo ignorará su contextura.
    Los siglos que en sus hojas cuenta un roble,
árbol los cuenta sordo, tronco ciego;
quien más ve, quien más oye, menos dura. 


A UNA DAMA QUE CONOCIO NINA





Si Amor entre las plumas de su nido

Prendió mi libertad, ¿qué hará ahora,

Que en tus ojos, dulcísima señora,

Armado vuela, ya que no vestido?



Entre las vïoletas fui herido

Del áspid que hoy entre los lilios mora;

Igual fuerza tenías siendo aurora,

Que ya como sol tienes bien nacido.



Saludaré tu luz con voz doliente,

Cual tierno ruiseñor en prisión dura

Despide quejas, pero dulcemente.



Diré como de rayos vi tu frente

Coronada, y que hace tu hermosura

Cantar las aves, y llorar la gente. 



A JUAN RUFO JURADO DE CORDOBA





Culto Jurado, si mi bella dama

—En cuyo generoso mortal manto

Arde, como en cristal de templo santo,

De un limpio amor la más ilustre llama—



Tu musa inspira, vivirá tu fama

Sin invidiar tu noble patria a Manto,

Y ornarte ha en premio de tu dulce canto

No de verde laurel caduca rama,



Sino de estrellas inmortal corona.

Haga, pues, tu dulcísimo instrumento

Bellos efectos, pues la causa es bella;



Que no habrá piedra, planta, ni persona,

Que suspensa no siga el tierno acento,

Siendo tuya la voz, y el canto de ella. 





DEL CASAMIENTO QUE PRETENDIO EL PRINCIPE DE GALES





Undosa tumba da al farol del día

Quien ya cuna le dio a la hermosura,

Al Sol que admirará la edad futura,

Al esplendor augusto de María.



Real, pues, ave, que la región fría

De Arcturo corona, esta luz pura

Solicita no sólo, más segura

A tanta lumbre vista y pluma fía.



Bebiendo rayos en tan dulce esfera,

Querrá el Amor, querrá el cielo, que cuando

El luminoso objeto sea consorte,



Entre castos afectos verdadera

Divina luz su ánimo inflamado,

Fénix renazca a Dios, si águila al Norte.



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